Hoy me apetece llorar, y se me ha olvidado como hacerlo, se han estancado las lágrimas en mi estómago y siento que se mueven dentro de mi. Hoy quiero llorar por todas las mujeres en mi vida, todas esas que llegaron antes de mi y que llevo en mis dedos.

Por eso hoy siento que quiero dejarte mi HUELLA. Una huella en la cara, una huella, limpia y nítida que hable de mi y sea una señal de mi historia y no esté entremezclada con las de otras. Una huella auténtica que no deje brechas de dolor antiguo cuyo relevo has de tomar tú. Una huella que puedas consumir o borrar a tus anchas sin que dejas que arrancarte la piel. No quiero ofrecerte una marca. Quiero dejarte el rastro de mi mancha de nacimiento, lo más puro que puedo darte. Y quiero dártelo, después de haberme lavado las estampas agridulces del resto de mujeres en mi linaje, quiero regalarte un linaje limpio. No quiero que sea nuevo, nueva serás tú. Nueva será tu llegada, tu existencia, nueva será tu vida y tu linaje estará limpio. Será una manta que ponerte en los días fríos y que adornará tu atuendo en algunas fiestas y en verano te protegerá de la arena si así lo deseas.
Mi huella será la mía y mi experiencia cargada de la sabiduría y de la emoción inspiradora de las mujeres que llegaron antes que yo y que tú. Una huello de mis manos, cuando me las haya enjuagado del sudor y dolor que a mi no me ha correspondido y que a ti tampoco te corresponderá.
Mi huella estará contigo siempre si así lo deseas, mi mano y yo entera, mientras viva.
Vive por y para ti misma y así limpiaras tus huellas.
L.G-A.V.